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viernes, 18 de febrero de 2011

Arte rupestre en la Sierra Sur de Jaén

Un zoomorfo (pintura de forma animal). Una de mis pinturas favoritas por su enigmática forma y fuerte color.

La Sierra Sur de Jaén es rica en yacimientos prehistóricos como pinturas y grabados rupestres. En las zonas de El Canjorro, Otíñar, el valle del Quiebrajano, cerros de La Mella y Fuente de la Peña y algunos otros sitios existen importantes representaciones de pinturas rupestres. Estos enigmáticos yacimientos siempre despiertan la curiosidad y alimentan multitud de historias, supersticiones, interpretaciones religiosas, etc...
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Lo cierto es que, por lo menos para mi, despiertan una curiosidad y admiración por pensar que hace 3.000, 4.000 o 5.000 años nuestros antecesores dejaron su huella impresa en las paredes de una cueva, y que luego nosotros nos esforzamos en darles un significado a estos misteriosos dibujos y grabados. Disfrutar de su contemplación e imaginar como era la vida hace miles de años en aquellos inhóspitos parajes es todo un lujo para aquel que sabe apreciar el valor de estos lugares.
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También es cierto que estos yacimientos son muy propensos a sufrir actos vandálicos o expolios, por lo que debemos ser muy cautos al considerar a qué personas llevamos a estos sitios concretos y denunciar SIEMPRE que encontremos señales de vandalismo o deterioro de este valiosísimo patrimonio.
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Zoomorfo que podría representar un animal cuadrúpedo.

Huellas dactilares en un abrigo calizo.


Valle del Quiebrajano.


Vistas desde la Cruz de la Chimba del valle del Qiebrajano, Otínar y Jaén al fondo.

martes, 1 de febrero de 2011

Un oficio con historia...

"Un oficio con historia..."
por Ángel Manuel Sánchez Cano
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Un oficio con historia es el de mulero, arriero, hombre que da obradas, y un largo etcétera, se le puede llamar a aquellas personas que se dedicaban a labrar con una yunta de mulos o bueyes las tierras de labranza mediante un arado amarrado con una viga al ubio. Este oficio y sus herramientas han quedado en desuso. La maquinaria o la inaccesibilidad de los campos han dado lugar a la desaparición casi por completo de la ariega con los mulos tanto en Valdepeñas de Jaén como en otras zonas rurales.

En Valdepeñas de Jaén ya quedan pocos muleros. "Un trabajo muy duro y poco rentable" según dice Patricio Cano Parra. Una de las pocas personas que labran sus tierras a la antigua usanza, arando la tierra con el arado. Ya que la ariega es más minuciosa accediendo a lugares y rinconcitos y acercándose a los árboles hasta el tronco cosa que con el tractor es más complicado. El “Ventillero” como se apoda Patricio, ara sus vegas de la Ventilla donde se ha criado y trabajado durante toda su vida.

Él seguirá haciéndolo mientras pueda y la yunta de mulas aguante, porque éstas están ya viejas y tienen sus achaques. Una de las mulas es suya, llamada Preciosa, una mula rubia y mansa. La otra, es de la familia Illana, una mula blanca llamada Garbosa. Cuando estos animales falten el oficio se perderá y pasará a la historia todo el trabajo de nuestros antecesores quedará en el recuerdo. Un trabajo en el campo duro y sacrificado y a la vez un trabajo de gran dificultad, maña, fuerza, relación hombre con animal, dificultad del terreno y un sin fin de hazañas en las que se veían involucrados los muleros.
Sin duda un trabajo de arte y sabiduría.

Patricio unce las mulas con el ubio. Es decir, une las mulas por el cuello mediante una especie de palo para que estas puedan arrastrar el arado que levanta la tierra. El ubio se amarra al arado con una viga que se sitúa en medio de la yunta. Este irá también amarrado al arado para transmitir la fuerza del animal al arado para levantar la tierra.

Todo va dirigido por el mulero que se agarra a las manceras del arado y guía a las mulas en la trayectoria deseada. El arado levanta la tierra mediante surcos. Uno detrás de otro hasta terminar el trazado de toda la parcela. Es decir, un surco hacia un lado, vuelta y otro surco junto al primero en sentido contrario. Hasta terminar con la vega, huerta, olivar, rotura...

"Esta entrada se la quiero dedicar a mi abuelo Don Patricio Cano Parra, por el cariño que me ha dado y todo lo que me ha enseñado."











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El texto y las fotografías son de mi amigo y colaborador Ángel Manuel Sánchez que ya hizo otro artículo sobre la zona de el Vadillo: http://alsurdejaen.blogspot.com/2010/06/el-vadillo.html
¡¡Muchas gracias por colaborar con tan interesante entrada!!