Circular de Ventisqueros

En una fresca y agradable tarde de septiembre de este año decidí salir en buena compañía con el coche a rodear la sierra de Ventisqueros por el carril que discurre por Navalayegua, la Cañailla del Agua, la Calabaza y todos estos emblemáticos sitios de la sierra valdepeñera.

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Ya se que no es el medio más ecológico para recorrer estos parajes, pero esta vez nos movía otras razones a recorrer nuestra sierra. Queríamos visitar en conjunto todo este camino que sin duda hará las delicias del naturalista. Nos centramos esta vez en intentar observar la avifauna de las distintas zonas de este recorrido (bosque, altiplanos, cultivos...)

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No tuvimos mucha recompensa en cuanto a observación de especies de aves se refiere (verdecillos, verderones, currucas capirotadas, cernícalo común y poco más...) En cambio si que disfrutamos de enclaves muchas veces por mi visitados pero que jamás me cansaré de ver. Aquí tenéis una pequeña representación de nuestra excursión en coche...

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Quejigo del Carbón - Monumento Natural -

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Nuestro Gran Quejigo, ubicado en la Cañailla del Agua.

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Aquí podéis observar la diferencia de tamaño de las ramas viejas y de las nuevas, como consecuencia de las podas para el carboneo que se llevaron a cabo y que dieron la magnífica forma que hoy tiene nuestro Gran Quejigo.

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Sin duda un gran lugar para comer, echarse una siesta o leer un buen libro, un lugar mágico.

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Desde el Puerto de Navalayegua, otra de las paradas para observar aves que hicimos, donde disfrutamos del lance de caza de un cernícalo común.

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Viejo quejigo azotado por temporales de nieve, viento y agua en este elevado enclave de Navalayegua. Su robustez le hace permanecer en pie a pesar de lo inclinado de su desarrollo. Me río yo de la torre de Pisa...

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Profunda oquedad en el tronco de un centenario quejigo, sin duda un buen lugar para el refugio y reproducción de muchas especies animales como el búho real, la jineta o el gato montés. El valor de estos viejos árboles como "hogares" de fauna es incalculable...

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Comienza de nuevo la temporada de las exquisitas setas de cardo que podemos encontrar en cualquier prado de este sistema montañoso con algo de paciencia, suerte y picaresca...Mejor llevar una cesta o una bolsa de red que permita la difusión de las esporas del hongo, para que sigamos disfrutando muchos años más de este manjar.

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No estoy muy seguro de la especie pero podría tratarse de algún juvenil de collalba gris o rubia, si alguien lo sabe con certeza que me lo comunique, para que me haga salir de dudas. Este ejemplar estuvo posando un buen rato para mi objetivo...de lo que no hay dudas es de que es un ejemplar precioso.

Cernícalo común en el momento de abalanzarse sobre alguna presa escondida entre el pastizal. Su nombre se debe a que se "ciernen" sobre el aire, permaneciendo como "colgados" hasta localizar alguna de sus presas predilectas como ratones, topillos o lagartijas; siendo un eficaz controlador de plagas.